Enfermedad Inflamatoria Pélvica. A propósito de un caso
DOI:
https://doi.org/10.37536/RIECS.2023.8.2.378Keywords:
Enfermedad Inflamatoria Pélvica, Absceso tubo-ovárico, Infertilidad, Infección de Transmisión Sexual, PiosalpinxAbstract
Presentamos el caso de una paciente de 35 años que acude al servicio de urgencias del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (HUPA) por dolor en fosa ilíaca derecha, de tipo continuo y punzante de 48 horas de evolución, que no cede con analgesia domiciliaria. Refiere un aumento del flujo vaginal de consistencia acuosa, aspecto sanguinolento y dispareunia de 3 meses de evolución. Actualmente refiere pareja estable. La paciente es portadora de un dispositivo intrauterino (DIU) de levonorgestrel desde marzo de 2018 con la siguiente fórmula gestacional (G1A0P1). A la exploración física se revela cérvix doloroso a la movilización. Útero en anteroversión y regular. Anejo derecho doloroso a la palpación. Por otro lado, en cuanto a la ecografía transvaginal, se visualiza una imagen anexial derecha de 5 centímetros que resulta compatible con un piosalpinx. La paciente fue diagnosticada de Enfermedad Inflamatoria Pélvica grado III (Escala de Monif) e ingresada por sospecha de absceso tubo-ovárico. Durante el ingreso, se solicitó cultivo de toma de exudado vaginal y endocervical, hemograma, bioquímica, hemocultivo y se monitorizó su evolución. Se pautó antibioterapia para la paciente y su pareja, y se retiró el DIU tras el inicio de la misma. El objetivo de este caso es resaltar la importancia de la precocidad diagnóstica en la prevención de complicaciones como la infertilidad, así como también llevar a cabo una revisión del algoritmo de manejo clínico propuesto por el HUPA.
References
Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Sexually Transmitted Diseases Treatment Guidelines, 2015. Pelvic Inflammatory Disease (PID). MMWR Recomm Rep. 2015;64(RR-03):1-137.
Weström L, Joesoef R, Reynolds G, Hagdu A, Thompson SE. Pelvic inflammatory disease and fertility. A cohort study of 1,844 women with laparoscopically verified disease and 657 control women with normal laparoscopic results. Sex Transm Dis. 1992;19(4):185-192. doi:10.1097/00007435-199207000-00001.
Peláez-Mendoza J. Enfermedad inflamatoria pélvica y adolescencia. Rev Cubana de Obstet y Ginecol. 2012;38(1):64-79.
Peipert JF, Lapane KL, Allsworth JE, et al. Bacterial vaginosis, trichomoniasis, and vaginal douching: risk factors for pelvic inflammatory disease. Sex Transm Dis. 2005;32(12):765-770.
Haggerty CL. Evidence for a role of Mycoplasma genitalium in pelvic inflammatory disease. Curr Opin Infect Dis. 2008;21(1):65-69.
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Guía de práctica clínica sobre enfermedad inflamatoria pélvica. Actualización 2020. Disponible en: https://www.sego.es/wpcontent/uploads/2020/10/Enfermedad-inflamatoria-pelvica-EOI_2020.pdf.
Workowski KA, Bolan GA. Sexually transmitted diseases treatment guidelines, 2015. MMWR Recomm Rep. 2015 Jun 5;64(RR-03):1-137.
Brunham RC, Gottlieb SL, Paavonen J. Pelvic inflammatory disease. N Engl J Med. 2015 Mar 26;372(21):2039-48.
Soper DE. Pelvic inflammatory disease. Obstet Gynecol. 2010 Oct;116(4):1007-17.
Shreeves K, Turocy R, Wechter ME, et al. Pelvic inflammatory disease: improving awareness, prevention, and treatment. Infect Drug Resist. 2016;9:191-197.